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10 octubre, 2015

La capacidad técnica de Azierta sobre el terreno: la autovía A-54

La capacidad técnica de Azierta está a la vanguardia de la ingeniería civil española. Su personal profesional es capaz de encontrar soluciones a cualquier problema que se plantee para que sus obras se ejecuten de una forma adecuada, eficiente y respetuosa con la protección al medio ambiente y los núcleos urbanos. Un ejemplo perfecto para ilustrar la versatilidad del trabajo de Azierta es el papel que ha jugado en la asistencia técnica que ha prestado para el tramo de la autovía A-54 que une Lugo y Santiago de Compostela. Dicho tramo, de 10,8 kilómetros de longitud, une los términos municipales de Monterroso, al oeste de Guntín de Pallares y al noreste de la actual N-547, y el cruce sobre la N-540 en las inmediaciones de Monte de Meda, ya en Lugo.

Se trata de una autovía de nuevo trazado, que permite una velocidad de circulación de 100 kilómetros por hora y que está compuesta por dos calzadas de dos carriles de 3,5 metros cada una, con arcenes interiores de un metro y exteriores de 2,5, en la que además se han construido nada menos que doce estructuras diferentes y en la que se han acometido 23 obras de drenaje transversal. Esas estructuras complementarias de la autovía son un viaducto, un puente en el tronco, ocho cruces sobre el trazado y dos bajo el mismo. Los logros técnicos de Azierta a la hora de planificar se completan con los enlaces que incluye el trazado con otras carreteras y la ejecución de un área de servicio.

La capacidad de previsión y coordinación que ofrece Azierta se ve, precisamente, en el enlace con otras carreteras cuya ejecución todavía no se ha acometido. Así, en el tramo Narón-Guntín se ha tenido en cuenta la necesidad de coordinarlo con la futura autovía Ourense-Lugo, a la altura del término municipal de Guntín de Pallares y mediante un enlace de gran capacidad que permitirá que el trazado pase de dos a cuatro carriles. Además, para el futuro ramal Ourense-Santiago, se incluyó un paso inferior bajo el tronco, una solución que evita tener que realizar nuevas obras en el futuro, lo que limita los perjuicios a los usuarios de ambas carreteras y, lo que es más importante desde un punto de vista de eficiencia económica, evita mayores costes. La conexión con la CP-1611, entre los municipios de Pradedo de Abaixo y Pradedo de Arriba, se ha hecho mediante dos glorietas.

A la hora de redactar el proyecto, se tuvo en cuenta la menos afección posible a bienes e instalaciones existentes, como parroquias, pequeños núcleos urbanos o edificaciones dispersas. Eso se ve especialmente en el paso del trazado por las cercanías de San Cibrao, cuyas iglesia y parroquia han sido declarados elementos de interés histórico y etnográfico y requieren un especial cuidado. Sucede lo mismo en la conexión entre el arroyo de Samai y el Molino de Ramón de Trastulfe, también elemento de interés histórico y etnográfico y cuyo caudal ha quedado completamente asegurado por las obras de drenaje transversal. El área de servicio se ha instalado en el término municipal de Liz, junto a la calzada derecha, y, por supuesto, cuenta con los ramales necesarios para acceder a la misma desde ambos sentidos de la autovía gracias a un nuevo paso superior.

Para ver el comienzo del proyecto, muestra indudable de la capacidad de Azierta en terrenos muy diferentes, hay que remontarse a octubre de 2008, cuando la Secretaría de Estado de Infraestructuras, dependiente del Ministerio de Fomento, aprobó el pliego de cláusulas informativas. Fomento adjudicó el contrato a Azierta en mayo de 2009, y las obras las ejecutó Sacyr. Los plazos incluso se acortaron con respecto al final previsto de las obras, en junio de este año, y la inauguración tuvo lugar el 30 de marzo, con la presencia del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo y el secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño.