Más de 30.000 expertos de 200 países debaten en el VII Foro Mundial del Agua

Más de 30.000 expertos de 200 países debaten en el VII Foro Mundial del Agua

La VII edición del Foro Mundial del Agua se ha celebrado entre el domingo día 12 y este jueves 17 de abril en Daegu, en la provincia de Gyengsan, en Corea del Sur. La cita, la más importante relativa al agua que se celebra en todo el mundo, reúne a Gobiernos, organizaciones internacionales, ONGs, institutos de investigación y empresas de 200 naciones del planeta, y con delegaciones que han sumado más de 30.000 expertos. Los participantes han expuesto sus planes, innovaciones y propuestas en los diferentes ámbitos de este evento, divididas en más de 300 sesiones programadas y con un tema central, la gestión del agua ante el doble reto que suponen el crecimiento de la población de la población mundial y el cambio climático.

Uno de los focos del Foro estuvo en el proceso político. En su principal marco, 70 legisladores procedentes de 30 países diferentes debatieron en busca de soluciones a los problemas que hay en estos momentos en torno a la gestión del agua. “Hemos sido capaces de asegurar el compromiso de los países en desarrollo para ofrecer apoyo activo, mientras que las naciones desarrolladas se comprometen a invertir en esfuerzos que resulten en cambios positivos”, explicó el congresista norcoreano Jung Woo-Taek en el discurso de clausura de esta ponencia. No obstante, los compromisos son todavía difusos y tendrán que ponerse en valor en las diferentes reuniones al más alto nivel que se van a celebrar a lo largo de 2015.

Así, la declaración aprobada es un compromiso de voluntad, no de acción, en el que se pide el respaldo a los acuerdos que se adopten en la Asamblea General de Naciones Unidas que decidirá los objetivos de desarrollo sostenible en septiembre de este año. Eso sí, el Consejo Mundial del Agua exigió a los políticos de todo el mundo que mantengan la garantía de acceso al agua como una de las prioridades de sus acciones políticas, ya que se trata de uno de los mayores riesgos sociales que amenaza el desarrollo en la próxima década. “Este año 2015 es una oportunidad que el mundo no puede permitirse desaprovechar. Debemos inventar juntos el futuro de nuestra agua”, explicó el presidente del Consejo, Benedito Braga, convencido de que “para tener éxito, necesitamos que los políticos con capacidad de decisión y la comunidad internacional implementen los cambios de forma conjunta”. “No hay tiempo que perder”, sentenció.

El Consejo y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) explicaron en uno de los documentos de trabajo que para el año 2050 habrá agua suficiente para ayudar a la producción del alimento necesario para sostener a una población que superará los 9.000 millones de personas, pero el riesgo está en el consumo descontrolado, la degradación y el impacto del cambio climático, cuya acción reducirá las reservas en muchas regiones, algo que afectará especialmente a los países en desarrollo. “Comida y agua están estrechamente ligados. Creemos que desarrollando medidas a nivel local y adoptando las decisiones de inversión adecuadas los líderes mundiales pueden asegurar que haya un volumen de agua, calidad y acceso suficientes para alcanzar las necesidades alimentaciones en 2050 y más allá”, añadió Braga.

Pero hay más riesgos. El crecimiento de la población, el envejecimiento de las infraestructuras y los riesgos climáticos están limitando la capacidad de las ciudades para asegurar agua limpia y protegerse contra inundaciones, algo que tendrá una importancia enorme para el año 2050, en el que se espera que el 86 por ciento de la población de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estará viviendo en ciudades. Así, su secretario general, Ángel Gurría, aseguró que las ciudades de este entorno “están entrando en una nueva era de inseguridad en lo que se refiere a los servicios de agua”. “Necesitamos nuevas formas de financiar y manejar el agua”, sentenció. Ente las medidas que se apoyaron están un mejor uso de los impuestos y tarifas relativas al agua, una mayor inversión privada, eliminar la legislación que favorece tecnologías obsoletas y promover la cooperación entre las ciudades y sus alrededores.

España ha tenido un papel destacado en este Foro Mundial del Agua. La delegación de nuestro país la encabezó el embajador en Misión Especial para Asuntos Internacionales de Medio Ambiente, Felipe de la Morena, que lidera a representantes de tres ministerios, el de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el de Economía y Competitividad, y el de Asuntos Exteriores y Cooperación, así como del Instituto de Comercio Exterior (ICEX) y un gran número de empresas. En sus intervenciones, De la Morena destacó la importancia de la planificación hidrológica y de las infraestructuras hidráulicas en la gestión del agua.

“Es la herramienta técnica que proporciona información sobre los recursos disponibles y la que, a partir de la participación de los usuarios en la toma de decisiones, permite gestionar de manera integrada el recurso”, dijo, además de destacar que el acierto en este campo “garantiza la seguridad hídrica en el escenario de menos disposición del recurso y mayor presión sobre el medio ambiente que trae consigo el cambio climático”. España, según explicó, apuesta por definir un objetivo de desarrollo sostenible más allá del año 2015 exclusivo para el agua y el saneamiento. En este sentido, España ha defendido con vehemencia la Estrategia del Agua del Mediterráneo Occidental, el documento que se aprobó en el Diálogo 5+5 el pasado 31 de marzo en la reunión que se celebró en Argel.

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