La reserva de agua de los embalses españoles cae un diez por ciento con respecto a la de hace un año

La reserva de agua de los embalses españoles cae un diez por ciento con respecto a la de hace un año

Este 2015 está dejando un calor de récord, tal y como demuestran los indicadores históricos y la última noticia en este sentido ha sido que hemos vivido el junio más caluroso de la historia. Eso lo sufren los embalses en buena medida. Si hace un año, a comienzos de julio de 2014, la reserva hidráulica española estaba en el 79,2 de la capacidad de los embalses españoles, este martes día 21 de julio de 2015 sólo llegan al 66,6 por ciento. Es decir, las continuas e inagotables olas de calor, unidas a un año que está siendo más caluroso de lo habitual, han provocado que España tenga ya más de un diez por ciento menos del agua que tenía hace doce meses.

Actualmente, España tiene 37.257 hectómetros cúbicos de agua embalsada. El dato, a pesar de que la comparativa con estas mismas fechas de 2014 es poco halagüeña, no es en absoluto dramático y refuerza la fortaleza de las reservas españolas. Como comparación válida basta con recurrir a la primera medición del año, que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente hizo pública el 7 de enero. Entonces, los embalses españoles tenían 39.507 hectómetros cúbicos y estaban al 70,6 por ciento de su capacidad. Desde aquel momento y hasta ahora, y a pesar de las elevadísimas temperaturas, España sólo ha perdido el cuatro por ciento de su agua almacenada.

Las cuencas internas del País Vasco son las que gozan ahora mismo de unas reservas más abundantes con respecto a sus posibilidades máxima, alcanzando el 85,7 por ciento de su capacidad y un total de 18 hectómetros cúbicos de agua. Estos embalses, además, mantienen una extraordinaria regularidad, ya que se mantienen en baremos parecidos no sólo a los de 2014 sino también a la media de los últimos diez años. Por encima del 70 por ciento de su capacidad se encuentran también las cuencas internas de Cataluña (78,5 por ciento), Galicia costa (77,8), Cantábrico Occidental (76,7), Tinto, Odiel y Piedras (76,4), Duero (74,9), Cantábrico Oriental (73,4), Guadiana (72,3), Ebro (72,2), Guadalete-Barbate (71,5) y Miño-Sil (71,5).

El dato más preocupante de entre las cuencas españolas está en la del Júcar, que sólo cuenta con el 41,4 por ciento de la capacidad de sus embalses. Los 1.373 hectómetros cúbicos de los que dispone suponen un descenso considerable con respecto a los 1.552 que tenía hace un año, cuando rondaba el 50 por ciento de su capacidad, pero al menos es bastante superior a la media de los últimos diez años, que se queda en 1.277 hectómetros cúbicos. Ahora mismo, la del Júcar es la única cuenca española que está por debajo de la mitad de su capacidad. Justo por encima están las del Segura (51,9 por ciento), Tajo (56) y la cuenca mediterránea andaluza (57,5).

Como prueba de la buena salud de los embalses españoles pese al calor, no hay más que tomar la referencia de la media de los diez últimos años. España cuenta actualmente con los ya mencionados 37.257 hectómetros cúbicos de agua almacenada, y esa media está bastante por debajo, quedándose en 35.002. De las 18 cuencas que forman el mapa hidrográfico español, 12 están ahora mismo por encima de esa media de la última década. Y entre ellas están, además, las dos mayores reservas de agua del país, las de la vertiente atlántica (que cuenta ahora mismo con 28.649 hectómetros cúbicos almacenados, casi dos mil más que esa media de la década) y la vertiente mediterránea (8.608 hectómetros cúbicos actualmente por los 8.173 de media).

Sólo hay una cuenca española que tiene ahora mismo más agua de la que disponía hace un año, la del Cantábrico occidental. Ahora mismo tiene almacenados 425 hectómetros cúbicos, por los 375 que tenía hace ahora doce meses. Las cuencas internas del País Vasco tienen aproximadamente la misma cantidad, 18 hectómetros cúbicos. El pico de este 2015 se registró en la decimonovena semana del año, en el mes de mayo, cuando se superaron los 44.000 hectómetros cúbicos almacenados. A partir de ese momento comenzó la habitual cresta descendente que se prolongará, si se sigue el modelo de los años anteriores, hasta las semanas 39ª o 40ª de este año, siempre y cuando el calor no siga azotando España durante más tiempo del que es normal.

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