El sector eólico español encuentra una salida de la crisis en las exportaciones

El sector eólico español encuentra una salida de la crisis en las exportaciones

Las dificultades que tiene el sector eólico en España obligan a buscar soluciones. Y las empresas han encontrado una en las exportaciones. Según publica la Asociación Empresarial Eólica (AEE) basándose en datos del Ministerio de Economía y Competitividad, en 2014 las exportaciones de tecnología eólica desde nuestro país aumentaron nada menos que un 57,4 por ciento con respecto a 2013, hasta un valor de 2.234 millones de euros. España siempre ha sido un país exportador en lo que a este sector se refiere y nuestra tecnología cuenta con un prestigio importante en el extranjero, pero no ha habido un año tan destacado como 2014 y el valor de las exportaciones nunca había superado hasta ahora los 1.500 millones de euros.

Entre los años 2009 y 2013, el sector eólico español, según la base de datos internacional de Naciones Unidas, ha exportado directamente a 57 países del mundo, por un valor de 11.000 millones de euros. En todo caso, la acción del sector se concentra fundamentalmente en Europa. En los últimos cinco años han sido 22 de los 28 países de la UE los que han cerrado tratos con empresas españolas para hacerse con su tecnología. Por este orden, Francia, Italia, Alemania, Polonia y Reino Unido superan individualmente los 1.000 millones de euros de negocio. Eso sí, el mercado americano empieza a tener un valor importantísimo en esta acción comercial, pues ya se suman 18 países en la zona a las exportaciones españolas. Además, esto se complementa con la apertura de nuevos mercados en África, en Asia y en Oceanía.

Estos datos confirman una tendencia clara del mercado español en los últimos ejercicios, puesto que nuestro país no tiene un saldo exportador negativo en ningún componente de la energía eólica desde el año 2011, y este fue el único año ya desde 2008 en el que se registró algún dato favorable a la importación, incluso con una espectacular diferencia con respecto a las exportaciones, superior a los 1.000 millones ya desde 2011. Con estas cifras correspondientes a 2014, España se sitúa como el tercer país de la Unión Europea que más tecnología eólica eólica exporta, después de Alemania y Dinamarca (el país germano, además, sigue siendo el líder europeo en la producción de energía eólica), según datos de la Comisión Europea.

Esto, no obstante, también implica que dentro de nuestras fronteras hay un parón notable en el negocio, reverso dramático de la situación actual en este sector. La AEE teme que la congelación absoluta de las inversiones en energía eólica que hay en España debido a la Reforma Energética aprobada por el Gobierno y la inseguridad jurídica que eso ha motivado en el sector pueda provocar que las empresas se marchen precisamente por el mercado que están encontrando fuera. De ser así, cuando España se vea obligada a reaccionar para cumplir los objetivos marcados por la Unión Europea para 2020, tendría que importar tecnología, lo que sería absurdo viendo el nivel tecnológico de las empresas locales que tanto se está apreciando ahora mismo fuera de nuestras fronteras.

Y esto, además, sigue mostrando el paradójico momento que vive la energía eólica en España. Para añadir más datos a esta situación, la eólica volvió a ser la primera fuente de electricidad en el primer trimestre de 2015. Según los datos provisionales de Red Eléctrica de España (REE), la eólica cubrió el 23,7 por ciento de la demanda, un punto por encima de la nuclear (22,7 por ciento), generando 15.844 GWh y provocando una reducción en el precio del mercado a lo largo del trimestre de 14,84 euros por MWh. En el mes de marzo, no obstante, la eólica se vio desbancada por la nuclear, que superó con un 23,8 por ciento del total el 22,5 de la energía producida gracias al viento.

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